A los pies de la sierra de Cantabria...

San Vicente de la Sonsierra

Cerca de la aldea de Peciña, a la altura de Santa María de la Piscina, existen dos tramos de carretera en pendiente en los cuales se puede observar como un vehículo se desliza "cuesta arriba" por su propio peso. ¿Se trata de un campo magnético? o ¿de un efecto óptico?

Cuenta la tradición que un vecino de San Vicente elaboraba vino en su bodega mientras un soldado francés se burlaba de él porque decía que no sabía hacerlo bien. De los insultos pasaron a las manos, muriendo el francés accidentalmente por un golpe en la cabeza. Asustado, el vecino introdujo el cuerpo en el vino que en ese momento estaba fermentando, desapareciendo el cadáver en la fermentación. Como no era cuestión de desperdiciar la cuba, invitó a sus amigos a merendar comprobando todos que era un vino delicioso y exclamando el dueño de la cuba "el vino es tan bueno porque tiene francés".

Existe otra versión al respecto que cuenta que, durante la invasión napoleónica un capitán y dos soldados franceses que expoliaban al pueblo fueron ajusticiados por él. Para no dejar rastro de este hecho los echaron a los tinos del vino. Al cabo de un año los vecinos cataron el vino, el cual fue excelente, y desde entonces, al vino que tiene un sabor especialmente bueno se le dice "este vino sabe a francés".

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Virgen de los Remedios.

Cuenta la leyenda que en el paraje de la Liende, en la mojonera entre el término municipal de Briones y el de San Vicente de la Sonsierra, fueron halladas dos imágenes (un cristo y una virgen). Se llevó la Virgen a Briones y el Cristo a San Vicente y las dos imágenes volvieron a aparecer en la mojonera, por lo que los habitantes entendieron que la Virgen de los Remedios debía estar en San Vicente y el Cristo de los Remedios en Briones. Existe una copla que dice: "La Virgen de los Remedios no es comprada ni vendida, que es bajada de los cielos y en la Liende aparecida"

A los habitantes de San Vicente se les conoce en la comarca coloquialmente como "macanes", adjetivo que, aunque puede parecer peyorativo, no lo es para los Sonserranos. Dicen los más viejos del lugar que el nombre nos viene porque llamamos macana a la azada, otros porque se llamaba macana a la maza con la que se soltaban los travesaños de la prensa del vino, y otros porque se llamaban así a las cerbatanas hechas de caña que utilizaban los niños en sus juegos (lo cierto es que en el municipio se utilizan palabras que no son usuales en la zona).

El nombre completo de la Villa, hoy en desuso, viene a ser resumen de su trayectoria histórica llena de gestas: San Vicente de la Sonsierra de Navarra (pueblo medieval surgido al abrigo de la Sierra perteneciente al Reino de Navarra). Hubo una época en la que se nos conocía como renegados, al renegar del Reino de Castilla en favor del Reino de Navarra; en el diccionario enciclopédico Espasa se define renegado (entre otras definiciones) como "fam. Aplíquese al natural de San Vicente de la Sonsierra, villa de la provincia de Logroño".

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Fuero de San Vicente.

San Vicente de la Sonsierra tuvo fuero propio: En 1172 el Rey Sancho el Sabio de Navarra le señaló términos desde el río de Samaniego hasta Buradón y desde medio Ebro hacia San Vicente; y concedió a sus habitantes "que ningún sayón ni merino entrase en sus casas para quitarles algo por fuerza, y que si lo hicieren los matasen y que por este homicidio no pagasen sino tres meajas; que el señor que tuviere la villa por el rey, no les hiciese fuerza; que no pagasen sayonía, mañería, ni hiciesen vereda, sino que fuesen libres e ingenuos, y que si algún sayón o merino les hiciese fuerza acerca de esto lo matasen y no pagasen homicidio; que cada casa pagase al rey, con título de censo, un sueldo al año; que no pagasen homicidio cuando se hallase muerto dentro o fuera de la villa alguno de los vecinos; que pudiesen comprar heredades en toda la tierra del rey y que fuesen francas e ingenuas, pudiéndolas vender de la misma manera a quien quisieren; que si algún infanzón o villano viniese a pedir justicia le hiciesen derecho en la puerta de la villa; que no tuviesen fuero de batalla, ni de hierro ni de agua caliente; que un hubiese pesquisa entre ellos, y que los que viniesen a poblar tuviesen su heredad franca para venderla a quien quisieren". (Archivo Histórico de Navarra Cart. 1, f. 219)

Tuvo Ordenanzas propias: En 1323 San Vicente de la Sonsierra y sus aldeas hicieron ordenanzas para evitar las muertes que ocurrían y pidieron la aprobación del rey; en uno de los artículos proponían que el habitante que tuviese queja de otro acudiese al alcalde, el cual debería hacer justicia dentro de nueve días; que si en este término el demandante matase al acusado, fuese puesto vivo debajo del muerto; que si pasasen los nueve días sin que el alcalde hiciese justicia, el demandante pudiese desafiar al acusado y matarle, estando desafiado, sin otra pena que la multa de homicidio. La primera parte de esta ordenanza no se aprobó, sino que en lugar de poner al matador debajo del muerto lo echasen desde el puente al agua y que, ahogado, lo enterrasen donde bien tuvieren. (Archivo Histórico de Navarra Caj. 6, n. 20)

Tuvo privilegios especiales: En 1377 el rey D. Carlos II, en consideración a los servicios del pueblo de San Vicente, y a que era frontera de Castilla, concedió privilegio a todos los que fuesen a habitar en el pueblo, de cualquier estado o condición, que "sean tenidos et finquen por fijosdalgos eillos et sus subcesores descendientes de su genoylla, morando en la dicha villa" y que no fuesen obligados a hacer ninguna servidumbre. Car. 1, f. 254, caj. 33, n. 9. En 1394 el rey Don Carlos III hizo libre al concejo de San Vicente de los 13 sueldos y 5 dineros de fonsadera que le pagaba anualmente por los casales que dicho concejo tenía del rey, y concedió facultad para edificar en ellos sin pagar cosa alguna. (Archivo histórico de Navarra Caj.70, n.22.)

Proyecto de conducción y distribución de aguas potables en la villa de San Vicente de la Sonsierra redactado por el ingeniero Amós Salvador el 31.08.1882

Libro del proyecto

En la historia de San Vicente de la Sonsierra el abastecimiento de agua potable ha sido muy dificultoso,  no  realizando hasta el año 1882 un estudio completo para solventar este problema.

Quizás por los problemas de abastecimiento de agua potable que ha tenido la localidad a lo largo de la historia, que han hecho que los sonserranos valoremos este bien, en el término municipal de San Vicente de la Sonsierra son muchas las fuentes que podemos encontrar repartidas por calles, plazas, parques y áreas recreativas. Para saber más

 

Costumbres perdidas. Celebración del Judas en Martes de Carnaval

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El martes de carnaval, los jóvenes del pueblo sacaban al Judas (un muñeco de trapo a tamaño natural) para juzgarlo y ajusticiarlo en la Plaza Mayor. Representaban  una función en la que no faltaba de nada; testigos acusadores, soldados, un cochero para llevar al pueblo al juez, al fiscal y al abogado defensor, … todos caracterizados convenientemente.

El judas era el proceso de ajusticiamiento de un bandolero, un verdadero juicio oral en verso  que tenía lugar el martes de carnaval. Estaba compuesto por unas sesenta décimas; cuarenta las decían los soldados que hacían de testigos acusadores y otras veinte entre el fiscal y el defensor, y durante  el juicio, “la lloricona “ (la madre del judas) defendía en verso a su hijo.  El domingo de piñata se realizaba el ajusticiamiento del judas que era colgado y quemado en la Plaza Mayor

Esta representación se realizó por última vez en 1935, ya que en 1936 comenzó la guerra civil, y al finalizar la guerra se suprimieron los Carnavales

Esto lo podemos recordar gracias a Luis Verde Arteaga y su libro “Costumbres perdidas de San Vicente de la Sonsierra”

Podéis descargar un pdf de este libro en el que encontraréis reproducidos algunos versos de esta costumbre en este enlace

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