A los pies de la sierra de Cantabria...

San Vicente de la Sonsierra

En el curso de las obras de rehabilitación ejecutadas de acuerdo con el Plan Director del recinto fortificado, se han realizado varias campañas de excavaciones arqueológicas que han sacado a la luz los restos de las ocupaciones históricas que se han sucedido en este espacio.

Durante siglos, parte de los vecinos de San Vicente vivieron dentro del recinto (algunos hasta comienzos del siglo XX). Sin embargo, tras el hundimiento de parte de la muralla y de varias casas en diciembre de 1897, se aceleró el abandono de la zona, propiciado por las autoridades. 

Así, durante las tres fases de obra acometidas para la restauración de la muralla inferior, se han encontrado, junto a su cara interna, muros y suelos correspondientes a viviendas de distintas épocas. Las más antiguas, localizadas en la zona oriental, serían incluso anteriores a la construcción de algunos tramos de la muralla medieval y remitirían a los siglos XII y XIII. En cambio, otras, como las de la zona meridional, serían posteriores y, tal vez, surgieron a raíz de una iniciativa del rey navarro, Carlos II el Malo, quien, en 1367, sacaría a la venta los solares existentes dentro del recinto.

A partir del siglo XVI, sobre las parcelas medievales, se construyeron nuevos edificios de mayores dimensiones. Para ello fue preciso aterrazar las laderas y entallar los afloramientos de roca arenisca, en los que también se abrieron cubetas y piletas destinadas al desarrollo de actividades vinícolas.

Los trabajos arqueológicos han permitido recuperar un importante lote de materiales, fundamentalmente, cerámicos. Los fragmentos proceden, en su mayoría, de las capas de escombro y desechos acumuladas cada vez que se abandonaba un espacio. El estudio de las capas superpuestas servirá para determinar la cronología de cada fase de ocupación y conocer mejor algunos aspectos de la vida cotidiana de los pobladores del enclave.

Como datos de interés, cabe reseñar, por un lado, que durante la excavación realizada en 2010 se descubrieron, al pie de la cara interna del tramo oriental de la muralla, los restos de un basurero prehistórico, de fines de la Edad del Bronce o comienzos de la del Hierro, sin relación alguna con el asentamiento medieval posterior. Allí, envueltos en una tierra grisácea muy fina, se encontraron restos de fauna doméstica y fragmentos de cerámica urdida (elaborada sin torno) característicos de este período.

Por otra parte, durante los últimos trabajos, realizados entre 2016 y 2107, se han descubierto nuevas instalaciones vinícolas, entre las que destacan un calado con su bodega, abandonada a fines del siglo XIX, en buen estado de conservación, y una pileta para prensado de uva, con su correspondiente torco, ambos tallados en la roca. Esta última puede compararse con los numerosos lagares rupestres que proliferan en campo abierto por toda la Sonsierra, pero con el valor añadido de que aquí apareció sellada por sedimentos que se remontan a los siglos XII y XIII, y que ha sido datado en el siglo IV.

Más información sobre las excavaciones arqueológicas realizadas

Más información sobre las fases de las obras en las que se han realizado excavaciones arqueológicas

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